miércoles, 7 de octubre de 2009

Mi tía se fue demasiado rápido



Dios necesitaba otro ángel, la reclamó, se fue de la forma más crúel y dejó a mi abuela agarrada a una biblia. A mi abuelo, que antes de aquello era un auténtico león dominante, lo dejó agarrado al hermetismo. Hermetismo que sólo ha querido romper conmigo ahora que la muerte le sigue los pasos. Pero sigue siendo fuerte y su silla de ruedas eléctrica corre más que la de la guadaña. Ahora mi tía tiene alas, y es más guapa todavía y yo sé que me cuida... Estoy seguro. En caso contrario yo ya estaría muerto. Y ahora Teo y ella viven en una mansion junto al río Jordan. Y son felices recuperando el tiempo perdido.

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